2-alemania-holandaTodos los alemanes recordarán la imagen de Ronald Koeman limpiándose el culo con la camiseta de Olaf Thon después de la victoria en la semifinal del Europeo de 1988 o a Rijkaard escupiendo a Rudi Völler en los octavos de Italia ’90. Dos reacciones discutibles que demostraron como los descendientes de Guillermo de Orange a veces no se comportan como caballeros en la victoria contra los adversarios teutones.

Holanda-Alemania es un duelo histórico, 39 partidos oficiales y estadística que habla de 15 victorias para Alemania, incluida la de ayer a Kharkiv, y 10 para Holanda. Una rivalidad que nació en los años 70 y que tuvo su auge a finales de los 80. Holanda perdió el Mundial de 1974 ante Alemania Federal a pesar del increible inicio y la ventaja conseguida cuando los alemanes no habian tocado aún la pelota, pero 14 años después eliminó a los teutónicos en “su” Eurocopa. Una dulce venganza que culmino Van Basten a falta de dos minutos para el final y que fue un preludio de la victoria final.

Dos años después a Milán, dentro del rectángulo de juego no sólo había un duelo de naciones sino también uno interno, un pequeño Derby della Madonnina ya que se enfrentaban en el bando alemán los interistas Klinsmann, Brehme y Matthäus a los milanistas Gullit, Van Basten y Rijkaard que jugaban para Holanda. Mucha tensión, partido al rojo vivo y alguna descortesía: Rijkaard expulsado por escupir y Völler expulsado por haber sido escupido.Y esta vez ganaron los alemanes, obviamente 2-1.

Mismo resultado ayer en el Metalist Stadium, en el cual se vio a una selección alemana en forma, con el 9 referencia del Europeo y con un juego de presión que dejó las individualidades holandesas sin margen de acción. Ni Van Persie -pichichi de la Premier-, Robben o Sneidjer pudieron hacer nada, Holanda tiene un pie y medio fuera de torneo, mientras que Alemania sigue lider de su grupo y le basta un solo punto para ser confirmar el primer puesto. Y después de la derrota de 1992 y el empate de 2004 se han tomado su dulce venganza por el desagravio de 1988.

Víctor