C’è Italia-Spagna e calcioromantico si sdoppia. A ciascuno il proprio amarcord: Federico (italiano) e Victor (español). 

Victor

Quizás por edad mi primer recuerdo sea aquel Italia-España del Mundial 94, por desgracia no fue solo un partido, fue una sensación generalizada de impotencia reflejada en el llanto de Luis Enrique. Otra vez los cuartos, otra vez a casa. Aquel encuentro hizo llorar a muchas personas, niños que veían por primera vez un mundial, ilusiones que se marchitaron por la ineptitud de un arbitro que no quiso ver la realidad. Tassotti se convirtió en el “Enemigo publico n°1” de España y mio.

Personalmente defiendo la teoría de que la mentalidad ganadora de la selección española -y de varias generaciones que no habían visto ganar nada al combinado nacional- cambió en los cuartos de final de la Eurocopa 2008. Desde 1920 España no ganaba a Italia en competición oficial y si a eso le unimos que eran los actuales campeones del mundo todo hacia pensar que España estaba más fuera que dentro. Un partido reñido, un empate sin goles y una prorroga de infarto hizo que el semifinalista se decidiera desde los 11 metros. Ahí llego el momento de España, esos penaltis expulsaron el miedo a pasar de cuartos que perseguía a la Roja. Italia, Nigeria, Corea, Grecia, Francia eran nuestras bestias negras, nombres e imágenes que volvían una y otra vez a la cabeza en cada uno de los lanzamientos desde el punto fatídico. San Casillas actuó y dio paso al último de los lanzamientos, ver el balón lanzado por Cesc tocar la red de Buffon hizo a España -y un servidor- respirar aliviada, por fin unas semifinales. El camino hacia el triunfo continuaba; sin la presión de los cuartos y con un fútbol de toque vimos como equipo conseguía ser campeón de la Eurocopa y dos años más tarde del Mundial. Pero sobre todo una España con estilo y campeona.

Cuatro años después de aquel Italia-España nos encontramos otra vez a los azzurri, quizás sea un partido menos dramático, pero siempre con aires de rivalidad. España pasó 88 años sin poder ganar en competición oficial a Italia, por ahora la Roja lleva 4 años de ventaja. Los dos últimos campeones del mundo cara a cara, otra vendetta -futbolísticamente hablando- que completar y a seguir agrandando el cupo de victorias de España.

federico

Nel 2008 hanno vinto loro e quindi non vale. Lo 0-0 del 1980 dice poco. Nel 1986  e nel 1996 due finali ai rigori, una persa, una vinta, ma erano Europei Under 21. Nel 1934 non c’ero e poi tifare per gli azzurri del fascio che assediano anche fisicamente Zamora magari non ce l’avrei fatta. Nel 1994 c’ero, ma devo fare una confessione. Fino ai quarti, ovvero proprio fino a Italia-Spagna, non ero così felice dell’avanzata degli azzurri: era passato troppo poco tempo dal 27 marzo 1994, quei tali che stavano lavorando per noi ambivano a fregiarsi delle vittorie azzurre e poi c’erano tutti quegli americani che agitavano bandiere politiche con su scritto Forza Italia come se fossero vessilli sportivi. Certo il gol di Roberto Baggio al 90′ mi fece esplodere e mi fece capire che contro natura non si può tifare, ma era troppo tardi per legarsi a una partita.

Il velo di Spillo

E allora la mia Italia-Spagna preferita non può che essere quella del 14 giugno 1988 all’Europeo tedesco. Primo turno, gruppo A, seconda giornata . Dopo un buon pareggio con i padroni di casa, l’Italia di Azeglio Vicini affronta la Spagna, vittoriosa all’esordio con la Danimarca. Una vittoria vorrebbe dire quasi qualificazione, una sconfitta eliminazione certa. Gli azzurri scendono in campo concentrati, fanno filtro a centrocampo, Maldini e Donadoni svariano sulle fasce, difesa attenta e Vialli all’erta.  Butragueño e Michel non riescono invece a incidere più di tanto, ma il primo tempo termina a reti inviolate. Un inserimento di Giannini a inizio ripresa mette i brividi a Zubizarreta, poi ancora Vialli si rende pericoloso. Gli spagnoli incassano e rispondono prima con Gordillo e poi con Bakero, ma i tiri vanno a lato.
Vicini capisce che è il momento di cambiare e mette dentro Spillo Altobelli per Mancini. Il maggior peso in attacco si fa sentire e quattro minuti dopo l’Italia va in gol. Ancelotti a centro campo lancia verso il bomber dell’Inter che fa velo e spiana la strada a Vialli. Il doriano lascia scorrere, beffando Sanchís, controlla di sinistro e fulmina Zubizarreta. È fatta per l’Italia, la Spagna di Miguel Muñoz non reagisce più.