gun__1214917625_thomas_anfield1989Even though there is no question that sex is a nicer activity than watching football (no nil-nil draws, no offside trap, no cup upsets, and you’re warm), in the normal run of things, the feelings it engenders are
simply not as intense as those brought about by a once-in-a-lifetime
last-minute Championship winner
[Nick Hornby, Fever Pitch][1]

Muchos fueron los años en los que el titulo de campeón inglés estuvo lejos de Highbury y la temporada de 88/89 se presentaba para los aficionados de los gunners como otro aburrido año en que toda esperanza de conseguir ganar el campeonato se esfumaría en el mes de enero. Contrapronóstico en enero, en febrero, en marzo y aunque pareciera increíble también en abril, el Arsenal lideró la clasificación. En mayo ya no, aunque llegaron al último partido, Liverpool-Arsenal, con posibilidades reales de llevar el campeonato al norte de Londres.

Una derrota inexplicable en Highbury contra el Derby Country (1-2) y un empate contra el Wimbledon (2-2) hizo perder el liderato a los gunners para entregársela al Liverpool. Los reds hicieron los deberes, vencieron al Queens Park Rangers por 2-0 y al West Ham United por un contundente 5-1. Estos resultados obligaban al Arsenal a ganar por dos goles en la última jornada ya que los reds estaban tres puestos por delante y con mejor golaverage.

El Liverpool había ganado once de los últimos dieciocho campeonatos, el Arsenal habia obtenido tres empates y diez derrotas en las últimas visitas a Anfield: las esperanzas gunners eran reducidas. Marcado por los trágicos sucesos de Hillsborough, el partido comenzó con una oferta floral de los jugadores del Arsenal a la mítica grada de Anfield, The Kop.[2]  En seguida el arbitro Hutchinson pita el inicio del partido y todos piensan al campeonato. Después de una primera parte de total igualdad, fue el Arsenal quien en el 52’ por medio de Smith se puso por delante en el marcador que de cabeza manda a la red una falta botada por Winterburn. Tras protestas por un presunto fuera de juego, el arbitro da por bueno el gol y sube al luminoso.

Un solo gol, eso le faltaba a los gunners para ganar el campeonato. Pasaba el tiempo y Grobbelaar resultó ser un verdadero muro. Se esfumaba el tiempo, y con él el sueño gunner. Sería tiempo suplementario -90+2’- cuando sobre el campo apareció Michael Thomas. La jugada parte desde la defensa con un pase largo de Nixon hacia Smith quién prolonga para Thomas, este dejando sentada a la defensa red cruza el balón con la derecha para batir a Groobbelaar y marcar el segundo gol del Arsenal.

Un gol que valía un campeonato después de dieciocho años de abstinencia, un gol que vale lo mismo o más que un orgasmo. Porque una cosa así como dice el gran seguidor gunner Nick Hornby en Fiebre en las gradas te sucede una sola vez en la vida.

Víctor

gunners champion 2

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[1] Aun cuando no cabe la menor duda de que hacer el amor es una actividad mucho más grata que ver un partido de fútbol (no hay empates a cero, ni el contrario practica la trampa del fuera de juego, no te llevas ningún disgusto copero y encima estás calentito), en condiciones normales no engendra sensaciones tan intensas como las que produce ganar el Campeonato en el último minuto, que es algo que sólo sucede una vez en la vida

[2] El 15 de abril en Sheffield, en el estadio de Hillsborough, una avalancha de personas despues del inicio de la semifinal de FA cup, Nottingham Forest-Liverpool, causa la muerte a 96 hinchas del Liverpool. Liverpool-Arsenal, programada para el 23 de abril, es reenviaa al 26 de mayo.